miércoles, 27 de abril de 2011

via lactea



vas a caminar hasta aquí, te detendrás en la galería, mirarás hacia el patio y verás el parral, olerás bien hondo y profundo y sentirás el perfume de la tierra mojada; y más desde el oeste, te llegará, apenas, el aroma del corral. oirás las últimas gotas, el murmullo distante del aguacero, el rumor grave del trueno y el retumbar sordo de sus ecos que se alejan. sentiras la brisa fria en camisa mangas cortas, y se te hara la piel de gallina. tendras la vision mas clara que se pueda tener del verde de las hojas y del azul plomizo del cielo atardecido. creerás oir el chasquido de una fusta, el trote chirle de un caballo, y la lenta procesion de las vacas, retornando a su corral.

te iras con tu mirar, al fin, trás un proselito de terneros y cascabeles, venerando el mujir santo y el último salmo que recitan el rebullo de los pajaros acomodandose en sus nidos.

desde el cielo, que ya casi se despeja, el lucero pastorea las estrellas por senderos más altos.



sábado, 23 de abril de 2011

gotas

la otra noche me desvelé escuchando unas gotas de agua que caían en el tanque del watercloset.
primero eran gotas abstractas, conceptos que caían, gotas pensadas: son gotas, son gotas, son gotas...
luego comencé a preguntarme si ya era el tiempo suficiente para comenzarlas a odiar, o si podría ignorarlas, y entonces revivir el sueño, y dormir. Pero mis pensamientos fueron otras gotas más, de esas que se repiten invariablemente todo el tiempo, y que sí he comenzado a odiar. En cambio, estas gotas de agua, las del depósito del baño, tenían algo especial. Por ejemplo: ¿cómo era que su nota musical no era siempre la misma, si siempre era la misma gota, si siempre era el mismo tiempo el que demoraban en caer?
la nota era siempre distinta, o al menos imprevista: tip, tap, tip, tap, tup, tup, tip,tap... un trencito del azar.
una simple gota, podía variar infinitas veces más que mi único pensamiento.
tome nota en un papel: "aún debo descubrir el arte de dejar caer las palabras que saben pulsar el silencio de la nada".

sábado, 2 de abril de 2011

soy la nada que se nombra




En este destierro nocturno

Soy la voz, el eco y la palabra,

la luna ensombrecida,

y el reflejo ido de su luz.


Soy la noche que piensa,

en desvelo solitario;

la nave que zozobra

el mar y su naufragio


Soy el caído del Cielo

el Alma extraviada,

el carro, los caballos

y el vencido Auriga.


Soy...
la nada que se nombra,
las ruinas mismas
de Babel.