jueves, 26 de agosto de 2010

Incipio



(foto: gracias Martzi)

ya no se trata de aprender un concepto, una idea; ni se trata de algo mas peligroso aun: hacerse de un modo de pensar ajeno. Fin de un camino esteril.

Un modo de sentir, en el que la experiencia sea renovada, bendecida por la poesia. Por la belleza y la espontaneidad milagrosa de ser, nunca igual, ni el mismo. Ser, prodigo en prodigios, en misterio.

Ahora se trata de caminar por el alma que encierra todos los mundos. Trascender un modo de pensar, para imaginar lo imposible.