viernes, 3 de junio de 2011

al-mugāwir




Por la noche me vi parado frente a un gran espejo. Un espejo circular tres veces superior a mi estatura, o mas. Este espejo no era plano, y parecia un escudo de plata con su centro redondeado, como una naciente esfera; un escudo almogávar. Desde ese espejo irradiaba mi conciencia. El espejo era vigía de mis pensamientos, y era el rebote de mi mirada hacia la profundidad, y el engaño que me devuelve este pensar, este discurrir que parece autentico y personal. Pero sabía que yo no era ese espejo, que hbía algo mas.

Algo se ha roto dentro mio, y por esa grieta se avisoran sonidos extraños y voces que me advierten y me ponen en confrontacion con el espejo. Es dificil estar frente a ese algo que nos dicta el pensamiento, es dificil diferenciarse de esa imagen que rebota. El espejo es un falso muro que separa la entrada a un tunel que me es vedado. No se que hay por detras. Imagino que sera el mundo del sueño. Pero lo ignoro completamente. Dejo de lado las teorías del inconsciente, porque no quiero teorías. El mundo rebosa de teorías.

Mi propio yo, es una simple teoría.