jueves, 1 de septiembre de 2011

La voz del dolor


Pintura de Remedios Varo


La voz mas fuerte que habla dentro de nuestro corazón, de forma propia, voluntaria, tiránica, mas allá de nuestro azaroso preguntar, y mas allá de nuestro débil control: como ya lo sabrás: es la voz del amor; y la del dolor del amor ido, que también es su voz, y que con el poder de un dios, nos desvela para decirnos que hacer; para darnos su ilusión, para darnos su fe, y para ponernos
a su propio modo,cruel, su millón de preguntas sin fin.

Preguntas de una densidad impenetrable, sin respiro, sostenida y sin pausa;
escritas sin piedad en la herida sufriente de nuestra propia alma y carne. Acoso al corazón sitiado por el dolor y el ardor de un fuego constante, infinitamente dulce, doloroso, feliz y también terrible, oscuro y amargo.

Padecemos en el torbellino y en la rotación constante del sentir mas hondo, que se agita con la confusión de una tormenta de mar, o se acalla de golpe en el penar profundo y calmo, del abismo que en el hondo confín oculta a los monstruos que en silencio desgajan los últimos pedazos del alma.


Y en su preguntar, siempre está, el verdugo espectante, la convicción primera de que todo se ha perdido; y quizás ese sea , tal vez, el mayor dolor. Sin embargo, nunca se acepta, es inaceptable. Y es inaceptable, porque no hay respuestas, ni intenciones de respuestas que se acepten válidas, porque en el ardor del sufrir, aun antes del preguntar y aun, mucho, pero mucho antes del responder, se descubre que ya se está en la pura verdad; solo que la verdad, no es la verdad una y sola, la verdad perfecta y feliz, la verdad clara y calma, pues esa verdad no existe.

Descubrimos sufriendo, que en la verdad se está, sólo, (y solo), cuando se ha llegado a la Verdad, cuando se está irremediablemente metido hasta la cabeza en Ella, dentro del más vivo dolor; y no digo cuando se está en el amor, porque el Amor, se comprenderá más tarde, siempre mucho más tarde, en los recodos de sus finales, cuando el Amor parece que ya se ha ido, pero sin irse, porque el Amor nunca se va.

Ahí, el Amor se conoce Amor, con todo su hermoso don, con todo su terrible poder!