miércoles, 27 de junio de 2012
Parfum
Hoy me pasó algo que me ha ocurrido unas pocas veces ya. Me levanté y
fui a abrir las ventanas del aula, y al abrirlas, entró el soplo de una brisa y un perfume, sin
que hubiera nadie ahí, ni cerca, ni lejos; un perfume como de flores, algo sutil,
algo que expandió mis pulmones y me dejó olfateando el aire, como un buey que huele a
lo lejos los pastos verdes y las matas.
El día estaba húmedo como un lienzo de lino, donde los olores persisten, se estancan y se corporizan,
casi como pequeñas almas.
Ésta, era un alma de flor y de agua, de
lluvias y tierras mojadas.
Venía del noreste, de las colinas donde vive Loredana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)