sábado, 23 de abril de 2011

gotas

la otra noche me desvelé escuchando unas gotas de agua que caían en el tanque del watercloset.
primero eran gotas abstractas, conceptos que caían, gotas pensadas: son gotas, son gotas, son gotas...
luego comencé a preguntarme si ya era el tiempo suficiente para comenzarlas a odiar, o si podría ignorarlas, y entonces revivir el sueño, y dormir. Pero mis pensamientos fueron otras gotas más, de esas que se repiten invariablemente todo el tiempo, y que sí he comenzado a odiar. En cambio, estas gotas de agua, las del depósito del baño, tenían algo especial. Por ejemplo: ¿cómo era que su nota musical no era siempre la misma, si siempre era la misma gota, si siempre era el mismo tiempo el que demoraban en caer?
la nota era siempre distinta, o al menos imprevista: tip, tap, tip, tap, tup, tup, tip,tap... un trencito del azar.
una simple gota, podía variar infinitas veces más que mi único pensamiento.
tome nota en un papel: "aún debo descubrir el arte de dejar caer las palabras que saben pulsar el silencio de la nada".