jueves, 12 de agosto de 2010

entre signos de depresión




Un poeta amilanado,

decaído y melancólico,
que encendía de tristeza las penumbras,
y ahondaba las calles con su sombra,

en su loco caminar pudo ver
que los incontables alfabetos,

y las lenguas del mundo,
ocultaban uno y el mismo signo,

esa marca en el orillo
que en algunos es la muestra plena
del desasosiego perenne y mudo,
que señala al no mundo,

que es
por igual del persa,
del griego y del turco,
del chino
budista y del indio,
del judío perseguido y del musulmán.


a la vez nostálgico
a la vez pesimista,

como dos brazos cansados
los dibujo el poeta, (con rara alegría)

en dos alas caídas,

como signos invisibles,
de las puertas del misterio
y del camino del inicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario