miércoles, 9 de junio de 2010

esfinges

antes de alejarme de la intuicion, escribo.

las preguntas hasta ahora han sido un adorno falso. deben ser abandonadas, solo fueron un camino impotente que debe ser reconocido como tal.

el conocimiento al cual aspiran viene de lo otro y lo otro no responde, sino uno mismo.

la afirmacion debe surgir en su lugar, la creacion ex nihilo, la creacion de dios.

la pregunta es una profanacion del santo santorum de lo sagrdo y del misterio.

el poeta canta, no pregunta, el mistico desborda de gloria y experimenta lo desconocido.

el filosofo debe abandonar el preguntar que lo confina en una cascara que lo aleja del misterio.

crear y no preguntar. el desocultamiento no viene de la pregunta, es manifestacion pura desde el misterio; si luego de la epifania el pensador aun pregunta pervierte lo mas puro.

que el preguntar solo sea un camino para abandonar la pregunta.

la pregunta es el autentico escollo a vencer.

y no se trata de alcanzar la seguridad. es una actitud nueva. la confianza en el misterio y en la epifania liberada de los instrumentos del pensar.


la pregunta es un entorpecimiento del alma que pone al yo en primer lugar, como interprete, como descifrador, como desafiado en su integridad.

la mejor trampa del misterio. la pregunta : detenerse ante la esfinge por temor a morir el propio yo.

el verdadero rol encubridor de la esfinge es generar una pregunta, la respuesta poco importa.

y ahi estan todos los filosofos intentando adivinar la autentica pregunta que desoculte el misterio, porque temen a la muerte.

yo les digo, aun ningun filosofo ha sobrevivido al preguntar.

morir es necesario, pero tambien es necesario experimentar la muerte, porque hay muertos inconscientes, muertos que hablan en sueños.

despertar de la propia muerte no es facil.

aceptar la propia muerte menos.

la esfinge es un dios.

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