miércoles, 9 de junio de 2010

huella

el asesino se cubre de sangre, deja sus impresiones en cada lugar, no limpia sus manos, y cada acto nuevo queda manchado de sangre, si no visible, invisible. Como la rueda deja su huella, la accion. La suma de nuestros crimenes se conjugan y modelan nuestro actuar, que en us forma mas eterea e instantanea es el propio pensar, el propio sentir, todo se ilvana de esa seda abigarrada de la experiencia. Somos el propio laberinto que se auto crea al exponer los mismos patrones remozados con leves matices y variaciones circustanciales, pero en el fondo, identicas. Desandar la propia huella, quebrar la identificacion mimica de nuestros cuerpos con nuestros ancestros, divisar eternas las pistas de nuestro crimen que han enrojecido el mundo con sangre, que titanica tarea. la superacion del ego, el perdon de los pecados, la liberacion y el abandono de la antigua senda.

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